No sabía que estaba haciendo allí. Ni donde había dejado su
dignidad orgullo, pero una invitación, llegó a sus manos. Lo había estado
pensando mucho. No perdía nada por solo ir a ver el lugar.
Lo cierto, es que el lugar no era como se imaginaba. Era mucho más lujoso y las mujeres y hombres que asistían, parecían poseer más riqueza y clase de lo que ella tendría jamás.
Frente al majestuoso edificio, no se aclaraba si entrar o
no. Las luces y su altura, más la hermosa arquitectura, mostraba lo caro que
sería pasar una noche allí.
Aun sin agradarle la idea, se acercó con paso lento a la
entrada. El portero la miró, de arriba abajo, y le pidió su invitación. Con una
actitud imparcial. Sin atreverse a mirarle a los ojos, le tendió la tarjeta de
invitación. No sabía a que estaba jugando Donghae enviándole aquello al club
para que asistiera, pero eso no le haría cambiar de opinión. Mientras entraba
se decía a sí misma que estaba allí para ver el lugar y el ambiente. Si quería
ascender socialmente y a bailarina profesional, tendría fiestas parecidas, y
acabaría acostumbrándose.
A cada paso que daba, se sobrecogía ante la espectacularidad
que le daba el lugar, la música inundaba el ambiente, y la gente se veía feliz.
Las luces, de diversos colores, atraían la atención de cualquiera, incluso la
suya.
-Vaya, no esperaba que aceptases mi invitación tan
fácilmente –Una voz tras ella, la hizo girarse, al hacerlo, vio a un sonriente Donghae, vestido con un
pomposo traje de chaqueta, la miraba con una sonrisa cargada de satisfacción.
-No lo iba a hacer.
-¿Y qué te trae por aquí entonces?
-Curiosidad –Cortante y fría, Minzy observaba sus ojos,
retándole a que no siguiera por ese camino.
-Está bien, pensaré en otra técnica.
Un camarero, que pasaba por allí, cargaba con una bandeja,
que sostenía algunas copas de refinado cristal. Su contenido era champán.
Seguramente uno muy caro. Donghae lo detuvo para así coger dos copas. Una de
ellas se la ofreció a la chica. Esta la cogió, agradeciéndoselo con una pequeña
sonrisa. Al llevarse la copa a los labios, tomó un sorbo de la gaseosa
sustancia.
Sin decir nada más, Donghae pasó un brazo por la espalda,
llevándola hasta el centro de la fiesta, donde todos la pudieran ver. Intentaba
impresionarla, demostrarle que él era la mejor opción y el único para elevarla
hasta donde ella quisiera llegar.
-¿Has pensado lo que te dije? -intentó sacar un tema de
conversación a la vez que observaba cono ella recorría la estancia con la
mirada. Juraría que podía ver en sus ojos cierto brillo.
-Es una oferta tentadora... -Murmuró ella, aun grabando con
sus ojos cada detalle de la fiesta, hasta el más mínimo.
-¿Pero?
-Pero usted busca algo más de mí. Algo que no estoy
dispuesta a ofrecerle -Minzy era directa, sin andarse por las ramas. Donghae
cada vez daba menos crédito a la inteligencia de la chica.
-Me sorprendes, tienes una mente muy ágil, pero te propongo
algo que ni la mente más brillante rechazaría.
-¿El qué?
-Prueba –Con la mano que tenía la copa, le señaló un pequeño
escenario al fondo de la sala. A la vista de todos..- Sal allí y baila,
deléitanos con tus movimientos. Prueba lo que se siente y después, decides que
hacer.
-No… -Minzy, no lo veía bien. No negaba que le gustaría
hacerlo, pero tampoco era buena idea subirse allí. Pero justo cuando iba a
rechazarlo, un tirón que recibió en uno de sus brazos, impidió que terminara de
hablar.
-¿Qué estás haciendo aquí? –La clara y seria voz de Kyuhyun,
parecía quebrada por la rabia que su rostro, dejaba ver perfectamente..- Creo
que no tienes bien claro tus prohibiciones.
Minzy no dijo nada. Solo, sacó la tarjeta, su invitación a
la fiesta, y la puso frente a Kyuhyun, quien la observó, frunciendo el ceño al
saber que había sido invitada a la fiesta preparada por Donghae.
-Aun así te dije que no podías tener relaciones
sentimentales –Su mirada clavada en los ojos
de ella, exigían una explicación que no recibió. Pero el comportamiento
que estaba teniendo con ella, no le estaba gustando nada a Minzy.
-No estoy aquí para ligar con un hombre y pasar la noche en
su cama, estoy aquí para ser la mejor.
Dándole un último trago a su copa, tendió esta a Donghae, y
girando sobre sus talones, se dio media vuelta, perdiéndose entre la gente.
Kyuhyun, miró furioso a Donghae, pero este sonreía divertido ante el
espectáculo que acababa de presenciar.
El corte de la música a otra diferente, con más ritmo, más
cambiante y no una igual y pausada, más la bajada de luces, hicieron que tanto
ellos dos, como todos los presentes, dirigieran sus miradas al escenario. Allí
estaba Minzy, a la vista de todos, tal y como Donghae había dicho. Iba a
demostrarles a los dos hombres que ella era totalmente diferente a sus
juguetes.
No tardó demasiado tiempo en comenzar a mover su cuerpo al
mismo son de la música. Se estaba dejando llevar por el ritmo a cada segundo
que pasaba. Sabía que podía hacerlo, y sin miedo, mostró a todo aquel rico público
su destreza sobre el escenario, su talento.
Donde unos momentos antes estaba, bajo el escenario, todo el
mundo, observaba a la joven chica, expectantes, incluso los dos hombres. Uno
ardía furioso por la situación, mientras el otro, se deleitaba de champan y del
baile que la chica estaba ofreciendo. Un
verdadero espectáculo.
-Ella sigue siendo mía –Murmuró Kyuhyun, para que le
escuchase el otro.
-No lo creo, preferiría trabajar para la alta sociedad que
en un burdel para empresarios desesperados –Donghae estaba disfrutando mucho
con todo lo que estaba ocurriendo. Era un gran cliente de Kyuhyun, pero le
había impedido tocar a aquella muchacha, y se la robaría a toca costa, para uso
propio.
-¿Cómo tú?
Con estas últimas palabras, Kyuhyun, se alejó de allí,
dirección al escenario. Justo en ese momento, Minzy bajaba, cruzando de esa
manera, sus miradas, entre todo el escandalo montado por las personas que
disfrutaron con el espectáculo.
-¿Cómo te atreves a hacer esto? –Con voz seria y su mirada
firmen, analizaba el rostro de la chica, el cual desprendía entusiasmo y
relajación, como si hubiera disfrutado como nunca del baile.
-Alégrate, no estoy del todo bajo tus redes –Dijo ella
mientras se alejaba de él, sonriendo.
-Mañana a las nueve en mi despacho, ni un minuto más ni uno
menos.
Las palabras de Kyuhyun, no la asustaron ni lo más mínimo. Al
contrario. Con paso decidido, salió de aquel edificio. No iba a engañarse a sí
misma. La experiencia le había gustado, y bastante. Sentirse observada por
gente que podría apreciarla y ver el
talento que poseía, le satisfacía. Ese talento que guardaba y que no era
explotado como era debido.
***
-Pequeña, me despido, este será tu último día aquí.
-Gracias, no necesito tu pena.
Pensaba que podría devolver el vestido y los tacones
prestados sin tener ningún tipo de problemas, pero CL, era un problema. Siempre superior a todas, siempre
intentando dejarla mal. Era la favorita del director, y tenía miedo de que ella
le quitase el puesto, el cual, no quería. Y el que CL lo fuera, le
proporcionaba información, como lo ocurrido la noche anterior en la fiesta de
Donghae.
Minzy no quería perder el tiempo con ella discutiendo cosas
absurdas y sin sentido. Estaba allí
porque Kyuhyun quería hablar con ella. Sin dudar, entró directamente, tras
tocar varias veces a la puerta del
despacho. Se puso frente a él, quien se
encontraba sentado en su cómo asiento. Al verla entrar, alzó la mirada hasta
donde estaba, dejando a un lado lo que estaba haciendo.
-¿Qué se supone que estabas haciendo en la fiesta de
Donghae?
-Ayudar.
-¿Ayudar? –Kyuhyun no
pudo evitar empezar a reír a carcajadas con sarcasmo. Esa risa, provocó que
Minzy se arrepintiera de haber ido hasta allí.
No estaba para que se rieran de ella.- Ayudas a otro que de quien
trabajas ¿no?
-No estaba ayudando a Donghae.
-Mira, puede que él venga a disfrutar de mis servicios y yo
asista a sus fiestas, pero eso no nos convierte en amigos –Él estaba hablando
claro, no le gustaba que una chica como Minzy, de su pertenencia, se uniera a
lo que consideraba su competencia.
-Te repito, que no lo estaba ayudando. –Minzy comenzaba a
desesperarse. Odiaba que le cuestionaran todo lo que decía, y mucho menos que
no la creyeran cuando decía la verdad.
-Te lo dejo muy claro. No quiero que esto se repita.
-Pero…
-Pero nada. Este sábado, Donghae volverá a dar una fiesta, y
coincide con mi fiesta de las máscaras, y los altos magnates irán ahora a su
fiesta, pero yo necesito que asistan a la mía…
A Kyuhyun no le dio tiempo de terminar de hablar. Cortaron
sus palabras cuando el gerente entró en el despecho atropelladamente. Parecía
muy nervioso y agitado.
-¿Y ahora qué quieres tú? –Kyuhyun estaba cansado de tanto
incordio a su alrededor.
-Sr. Cho, he recibido unas llamadas, que pueden interesarle,
entonces… -El gerente, hablaba atropelladamente, sin pausa.
-Ve al grano.
Este, tomó aire, antes de seguir hablando al malhumorado
jefe. En ese momento, Minzy se lo imaginaba echando humo por las orejas. Tuvo
que morderse el labio inferior para guardarse la risa.
-Empresarios y dirigentes de suma importancia han llamado
pidiendo una invitación a la noche de la fiesta de las máscaras.
-¿Qué? –Aquello era lo último que hubiera esperado escuchar,
le había impactado, y bastante. Kyuhyun,
totalmente sorprendido, miraba a su gerente, sin entender nada de lo sucedido,
nada de nada. Pero no se dio cuenta de la sonrisa traviesa que se formó en los
labios de Minzy. Justo a tempo sus planes daban resultado.
-Ayer estuvieron en la fiesta del Sr. Lee y al ver a esta
chica bailar, insisten en venir para volver a verla.
Kyuhyun, comenzó a entender lo que estaba ocurriendo. Conteniendo una sonrisa de satisfacción, le
avisó al gerente, de que invitara a todos ellos, sin excepción, y que el solo de
la fiesta del sábado, fuera para Minzy. Que cambiara el programa. Esa noche
sería solo suya.
-Creo que alguien me debe una disculpa –La chica se
balanceaba sobre sus talones, observando el suelo con aire distraído, una vez
que quedaron de nuevo solos.
.Me da que esto es obra tuya –Kyuhyun se acostó sobre su
asiento, más cómodo que en un momento anterior.
-No todas las cosas se consiguen con sexo.
-Eres una chica con misterios… Cuéntame.
-No tengo nada que contarte. Donghae me buscó, me ofertó un
puesto de trabajo como bailarina, mejor que este, y vi la oportunidad de
aprovecharme de un hombre como él.
-Muy bien jugado. Vas aprendiendo el estilo de por aquí.
-No te confundas, no lo he hecho por el club o por ti. Lo he
hecho por ese solo en la fiesta –Con una sonrisa en los labios y sin decir nada
más, Minzy salió de allí, disfrutando que su momento, estaba cada vez más
cerca.
Un anonado director, observaba la puerta, por la que la
chica había salido unos segundos antes, con la mirada perdida. Nunca pensó en
algo así y mucho menos, que una de sus chicas fuera a comportarse de aquella
manera. Minzy era única, todo un diamante en bruto, que él mismo puliría y
mantendrías entre sus manos, un largo tiempo. No podía permitirse el lujo de
perderla. Le causaba curiosidad por todo lo que le pudiera ofrecer.
Su puerta se abrió de nuevo, y algo en él, deseaba que fuera
ella de nuevo, pero no ocurrió así.
-¿La has despedido? –Paulatinamente, CL se introdujo en el
despacho, avanzando hasta la amplia mesa del director. Sonreía triunfante.
Sonrisa que desapareció al instante de escuchar las frías palabras que salieron
por la boca de Kyuhyun.
-¿Despedirla? No digas estupideces.
-¿Perdón? –CL no daba crédito a lo que sus oídos estaban
escuchando.
-Minzy se quedará aquí mucho tiempo. El que sea necesario. Ha
ayudado al club bastante. En muy poco tiempo.
-Pero lo de anoche…
-Fue un éxito, y ahora, si no te importa, tengo trabajo.
Ardiendo todo su interior por la rabia, la rubia salió tal y
como había entrado. Pero esta vez, sedienta de una lenta y dolorosa venganza.
-Ya veremos cuanto tiempo sigue esta por aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Tus comentarios son importantes para que el blog siga creciendo!