domingo, 9 de febrero de 2014

(2Min) El mural -Oneshot-


Titulo: El mural

Pareja: 2Min (Minho + Taemin)

Tipo: Yaoi

Genero: Romance

Clasificación: G/PG

Descripción: A Minho le encanta la fotografía, pero ahora se encuentra estancado, en un momento que no sabe que fotografiar, pero de un día para otro, todo cambia.

Advertencias: Ninguna.

Nota: ¡Espero que os guste! ¡No olvidéis comentar si os ha gustado!


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¿Cuánto tiempo llevaba buscando algo con lo que inspirarse? Algo que fotografiar, algo que le llame la atención, algo que fuera especial y diferente. Pero nada. Por mucho que saliera a la calle, recorriendo cada día un lugar diferente, no encontraba aquello que buscaba. Para colmo, tampoco sabía exactamente lo que buscaba, simplemente, buscaba hasta encontrar algo que le pareciese perfecto.

Resignado, suspiró. Sentado en el banco de una modesta y lujosa calle, miraba su cámara. Si no recordaba mal, le costó bastante dinero, pero no le ha salido tan buena como le ofertaron. Tendía fallos, y a veces, echaba las fotos cuando quería. Pero era la única que tenía y a la que podía acceder si quería una, medianamente buena.
Estaba a punto de darlo por perdido todo, cuando una idea atravesó su mente. De un salto, se puso en pie, y se dispuso a fotografiar todo lo que le pareciese interesante. Y una vez en su estudio, las revisaría y se quedaría con las mejores. Sí, eso era una buena manera, podría intentarlo, no perdía nada.

Y así fue, como pasó gran parte de su tarde. Paseaba por aquel amplio lugar de casas extrañas y lujosas, fotografiando todo. Detalles, esculturas, arquitecturas, plantas, personas… Al paso de las horas, la batería de su cámara, estaba en su fin. Se estaba divirtiendo con todo aquello, pero debía volver, anochecía y el aparato estaba a punto de apagarse.

Al final, el día que pensaba que iba a ser el más malgastado de todos, podría haberle sido útil.

Sentado, frente a su ordenador, esperaba que la cámara se conectase. Al abrirse ante él la carpeta con el contenido, sonrió. Tenía un gran número de fotos, y ahora tenía bastante trabajo. Mirar foto a foto y seleccionar las mejores. Lo mejor era no perder el tiempo, y así, empezó a ver todas las fotografías que había tomado unas horas antes.

La gran mayoría, no valían la pena, no tenían algo especial que llamara la atención, tan solo unas pocas le habían gustado. Las podía contar con una sola mano. Aún le quedaban unas pocas por terminar, cuando ya se estaba dando por vencido. No encontraba eso que le inspiraba. A punto de apagar su ordenador, y al pasar a la siguiente foto, sus ojos se agrandaron. Estaba ante aquella foto que estaba buscando.

Era una imagen, simplemente perfecta. Sus colores se sincronizaban y la luz era la adecuaba, pero estaba seguro, que lo que hacía de aquella foto algo perfecto, no eran esos detalles, si no, el rostro humado que ocupaba la gran parte de la imagen. Quedó maravillado.

El chico que protagonizaba su foto, era a quien buscaba. Su rostro, tierno y bello, inspiraba sensación de tranquilidad. Tenía que buscar a ese chico, era la clave para volver a sacar buenas fotos.

Pasó las siguientes tarde, yendo al mismo lugar de donde sacó las fotos, pero no lo volvió a ver en todas las horas que pasaba allí, sentado en el mismo banco, a la espera de que aparecieses, pero nada. La gente pasaba por delante suya, pero nadie era el chico de su foto.

Abatido, porque nada le salía bien, suspiró. Hasta que le ocurrió una brillante idea.

Corrió a su casa, dispuesto a crear esa maravillosa idea. Si le salía bien, podría volver a ver a ese chico, era su última oportunidad, así que tenía que conseguirlo a la fuerza.

Y así es como pasó toda la noche despierto, Minho no durmió nada, tan solo estaba concentrado en conseguir su objetivo. Atraer la atención del misterioso muchacho.

Al día siguiente, no muy lejos de aquella calle, un gran mural había aparecido, y nadie sabía como, tan solo, estaban asombrados. Por la belleza de la imagen y del protagonista. Un poco más alejado, Minho, observaba su obra de arte. Seguro que de esa manera, hacía que apareciera. Y no se equivocó.

Fue cuestión de unas horas, cuando vio al mismo chico de la foto, frente esta, observándolo asombrado, con cara de emoción y de no entender que hace una foto suya allí, y mucho menos, que él no conocía ni había visto esa foto en su vida.

Minho, se armó de valor y se acercó al muchacho por atrás. Cuando estuvo a su lado, cogió aire para empezar a hablar.

-¿Qué te parece? –Murmuró, con miedo a que le pareciese mal, que lo odiara, y volvería a empezar de cero.

-Esto es… Nunca han hecho esto por mi ¿Quién habrá sido? –El chico no lo había mirado, seguía observando con asombro el mural donde su rostro lucía y donde todos lo podían ver.

-Pues… La foto la hice yo, y me temo, que el mural lo puse yo también –Dijo Minho, más bien se le escapó, al mirar de nuevo su fotografía.

-¿En serio? –El chico se giró para mirarlo. La expresión de su rostro, apenas había cambiado, solo su asombro aumentó más.- ¿Cuándo la hiciste? ¿Y por qué esto?

-Lo siento mucho –La verdad, es que Minho no quería molestarlo, para nada.- La hice hace días, buscando una inspiración, y al verla al llegar a casa, descubrí, que por así decirlo tú eras mi musa. Así que decidí buscarte. Estuve recorriendo por estas calles durante varios días, sin éxito, la única idea para dar contigo, era esta. Me disculpo de nuevo por haber hecho esto, pero necesitaba dar contigo.

Sin pronunciar palabra alguna, aquel chico se lanzó a los brazos de un Minho estupefacto, que no entendía nada de lo que estaba pasando.

-¿He dicho algo malo…?

-¡No! ¡Todo lo contrario!

El chico, se separó, con una sonrisa en los labios. Ahora que se fijaba, era una sonrisa muy hermosa, una sonrisa encantadora, y… Muy deslumbrante.

-Me ha encantado esto, es… -Miró su foto, son dejar de sonreír en ningún momento.- Es simplemente perfecta.

-Vaya, eso pensé yo al verla –Sugirió Minho, sin esperarse que le gustase tanto. En el fondo se alegraba. Por no haberlo molestado y por haber podido dar con él.

-Quisiera ser tu modelo, quiero ver las fotos que haces y como salgo en ellas, por favor –Eso fue lo que le impactó. No se lo esperaba, ni mucho menos. Se había estado mentalizando que tendría que suplicarle, y pedirle de mis maneras, que le dejase fotografiarlo, que fuera su modelo, pero no que él lo fuera.

-Oh, pues claro que sí, era justo lo que te iba a decir…

-¡Estupendo! Mi nombre es Taemin ¿y el tuyo?

-Minho, me llamo Minho.

-Entonces, fotógrafo Minho, para mi será un placer posar para usted.

Sin poder evitarlo, ambos chicos, rieron a la vez. No lo pensaron más, se alejaron de allí, entre risas y palabras, buscando un sitio donde poder hablar sobre proyectos y momentos juntos.

Minho, por fin, había conseguido su musa, su inspiración. Con esfuerzo, solo le faltó luchar y buscar posibilidades para conseguirlo. Si se hubiera quedado allí sentado, en aquel banco, no lo hubiera encontrado, la oportunidad hubiese pasado, y quien sabe, ahora estaría trabajando como camarero, sirviendo la comida y bebidas a gente sin educación, en una carretera alejada de cualquier población.

Pero nada, Taemin estaba ahora a su lado, era su compañero y musa. Y quien sabe, a lo mejor se convertía en algo más con el tiempo, y podría ver siempre esa sonrisa en sus labios.


2 comentarios:

  1. Hace mucho que no entraba a leer y me pareció genial volver con algo donde esta Taemin y Minho.
    Muy bonita historia! debo admitir que me quede con ganas de mas...

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    Respuestas
    1. ¡Hola!

      Esta historia la hice hace mucho y si soy sincera, ni me acordaba de ella XDD ¡Me alegra mucho que te haya gustado! Si es verdad que es muy cortito, pero bueno.

      ¡Gracias por comentar! ❤️

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